Escrivá ataca al PP y olvida que él defendió en AIREF trabajar más años para sostener las pensiones
El actual ministro de Seguridad Social fue previamente presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Hoy, José Luis Escrivá critica al PP por su reforma de pensiones y habla del terror que generaba lo que califica de película de miedo. Pero fue el mismo Escrivá quien, desde su cargo anterior, defendió en AIReF la “sostenibilidad” de las pensiones y trabajar más años. Pero, claro, lo hizo antes de ser ministro de Sánchez.
En 2017, Escrivá defendió desde la AIReF la “adopción de medidas en el seno del Pacto de Toledo para garantizar la sostenibilidad del mismo”, como plasmó en su comparecencia en la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados del 8 de febrero de aquel 2017.
Allí también afirmó que “a largo plazo hay que actuar con prudencia” y que “es necesario que la propia Seguridad Social se involucre en los ejercicios proyectivos incorporando sus conocimientos y fuentes de información, con una mayor transparencia”.
Es más, aseguró que, “con una visión a medio plazo y un horizonte hasta 2022, sin medidas adicionales y pese a la mejora de la economía, el desequilibrio de la Seguridad Social se mantendrá en torno al 1,5% del PIB”. Por lo que destacó la eficacia del factor de sostenibilidad introducido por Mariano Rajoy al suponer “una contención del gasto de 5 puntos del PIB en 2050”.
El propio Escrivá afirmó que la aplicación de un Índice de Revalorización de las pensiones “del 0,25% a lo largo del periodo, en la práctica llevaría a una probable pérdida del poder adquisitivo de las pensiones, pero se mantendría la relación entre la pensión media y el salario medio”.
Y, no contento con ello, afirmó que “las reformas adoptadas tienen efectos importantes en cuyo estudio es necesario profundizar”. Porque “la evolución de la población, los flujos migratorios y la tasa de ocupación tienen un impacto decisivo sobre la sostenibilidad del sistema”.
Pedía “garantizar el equilibrio financiero de la Seguridad Social en el marco de la Comisión del Pacto de Toledo”. También “profundizar en el análisis de las reformas paramétricas ya realizadas para aquilatar sus efectos”: se refería a ampliar los años de la vida laboral y elevar las cotizaciones sociales.
Reclamó igualmente “profundizar en el análisis de los distintos factores que inciden en el sistema de pensiones para acotar y entender la incertidumbre existente”. Remarcó la “necesidad de un análisis más detallado sobre los diferentes regímenes de Seguridad Social y tipos de pensiones”. Y concluyó que “se requiere una mayor transparencia por parte de la Seguridad Social”.
Por si fuera poco, el mismo Escrivá, en enero de 2019, defendió “profundizar en dos aspectos de la reforma de 2011, un retraso en la edad efectiva de jubilación y una ampliación del período de la carrera de cotización”. Y señaló que “la profundización en la reforma de 2011, que modificó parámetros tales como la edad, la carrera de cotización a considerar o las reducciones de la pensión por acceso a la jubilación anticipada, puede suponer un compromiso adecuado de mejora de la sostenibilidad sin dañar la suficiencia del sistema, definida a través de la tasa de cobertura como la adecuación de la pensión a las necesidades de los pensionistas (ratio entre la pensión media y el salario medio)”.
Porque, “el efecto combinado de un aumento en la edad efectiva de salida del mercado de trabajo y un aumento de la carrera de cotización puede suponer un factor adicional de contención del gasto en el largo plazo, sin por ello afectar a la suficiencia del sistema”.